La batería que alimenta el placer. capítulo 4

LA BATERÍA QUE ALIMENTA EL PLACER.-
Escena final...

Maka sintió unas delicadas carcicias en sus pechos


y entreabrió los ojos para ver a Javi,


que se había subido a la plataforma y se encontraba


agachado junto a ella dedicándole sus mejores masajes…


“Dámela” le susurró Maka entre jadeo y jadeo.


Los ojos del muchacho se abrieron enormemente


y sólo cuando ella le sugirió “quieres que tu perrita te la coma??”reaccionó. Se enderezó, extrajo su endurecido miembro por la cremallera del mono y lo acercó tímidamente a su boca. Ella besó el sonrosado glande, lo lamió y fue introduciéndose aquel joven pene en su experimentada boca.

Sus labios se cerraron sobre el miembro del muchacho saboreando cada centímetro que avanzaba sobre el, a la vez que con su lengua lamía la parte del pene que ya se encontraba dentro de su boca. Por primera vez ella escuchaba los jadeos acelerados del chico.

Maka recibía fuertes espasmos de placer incontrolado con cada dura penetración de Julián , sabiéndose presa e incapaz de evitarlas….tampoco quería evitarlas….

Notó como el extrajo su pene dándole un descanso a su vagina mientras , con fuerza, azotaba de nuevo sus nalgas.

Un segundo después volvió a sentir las manos de Julián aferrándose de nuevo a sus caderas y ella esperó, deseosa, la penetración…. Sin embargo Maka se sorprendió al sentir que aquel…”ataque” no iba dirigido a su sexo, y sin tiempo de decir nada, notó el duro pene de Julián abriéndose paso en el interior de su ano..

Ella gritó de placer dejando de lamer el pene de Javi, que sorprendido por aquel gemido placentero, titubeó.

El fluido vaginal que bañaba el pene de Julián sirvió de eficaz lubricante y permitió que el la penetrara analmente hasta el fondo, una y otra vez, sin descanso.

Maka, recuperada de la, placentera, sorpresa, se dejó llevar, disfrutando de cada acometida mientras lamía de nuevo, el pene de su joven amante.

Los gruñidos acelerados de Julián anticipaban el final de aquel desenfreno de lujuria y placer.El sacó su pene del ano de Maka y con renovado brío la penetró vaginalmente.

Ella no podía más; el placer la desbordaba, y tras escuchar un ronco gemido de Julián, sintió como una marea de cálido esperma inundaba su interior….fue demasiado… dejó de lamer el pene de Javi y cerrando con fuerza los ojos llegó, entre espasmos, a un indescriptible orgasmo.
Un látigo de placer recorrió su cuerpo y cuando estaba deleitándose con aquel mar de sensaciones notó el glande el pene de Javi rozándole los labios.
Abrió los ojos y mirando al muchacho le dijo…”quieres tu regalo de cumpleaños? Eh? Si?” y lamió con suavidad el glande del muchacho, que con un ronco jadeo eyaculó sobre su lengua.

El orgasmo hizo temblar al joven, que casi pierde el equilibrio mientras Maka saboreaba su esperma sinténdo como se deslizaba lentamente por su garganta.

Julián retiró su chorreante miembro del interior de Maka y se dejó caer apoyado sobre el borde de la plataforma mientras Javi, ahora azorado, se metía su pene con rapidez dentro del mono y bajaba del vehículo.

Ella dejo caer su cabeza - la única parte que podía mover con libertad - entre sus hombros disfrutando de aquel placentero momento.

Un zumbido ululante la hizo salir de aquel limbo de placer…levantó la cabeza, abrió los ojos, miro al frente y leyó ........Kapullito1986 le ha enviado un zumbido…… Qué????

Sacudió la cabeza y miró a sus alrededor… joder! Otra vez me he quedado dormida en el sillón!

En la pantalla parpadeaban innumerables lucecitas naranjas, incontables don juanes apremiantes, innombrables poetas vulgares, insufribles obsesos atentos, que como aves en celo desplegaban sus mejores chistes, gracias, poemas y atenciones como si de sus coloridos plumajes se tratara. Y en el centro de todos ellos, como siempre, allí estaba él, la figura sin rostro del Messenger sonriendo con frialdad.

El café, frío ya, que la esperaba en su taza nueva sobre la mesa la devolvió definitivamente al mundo real.
Recordó que se había levantado temprano, demasiado tal vez, y tras hacer el café se había sentado frente al ordenador. Sin duda se había quedado dormida. Al menos, pensó pícaramente, lo he pasado bien, como atestiguaba su humedecido sexo.

Apagó el ordenador, se terminó el frío café y se fue al baño.

La ducha le sentó estupendamente y terminó por despertarla del todo. Abrió el vestidor y eligió su vestido rosa…”al menos sigues entero” dijo, mientras se guiñaba el ojo en el espejo.

Salió de casa para encontrarse con una mañana que auspiciaba un bochornoso día. Devolvió cantarina el “buenos días” con que la saludó Mateo, el padre de Marisa, la de la panadería, que como cada mañana había ocupado, como hacen casi todos los jubilados, su atalaya de vigilancia; el estrado de su tribunal particular junto a la valla desde la que podría observar el desarrollo de las obras de remodelación del paseo.

Macarena cruzó la calle, se subió en el coche y giró la llave dentro del contacto….

El motor no arrancó…………………..

La batería que alimenta el placer. capítulo 3

La batería que alimenta el placer.
Escena tercera.-


Maka con un susurrado “ven aquí”


atrajo a Javi hasta ella y con suavidad


le introdujo la mano en el mono agarrando


con fuerza aquel joven y vigoroso miembro


erecto del muchacho.
Con suaves movimientos comenzó a masturbarlo.



Javi, excitándose aún más, miraba fijamente
los pechos de Maka. Ella le sugirió… ”tócamelos, quieres?”. Él, con esa ansia mamaria que caracteriza a todos los muchachos, no se hizo de rogar y comenzó a acariciar suavemente sus pechos.

Julián continuaba penetrándola con su grueso índice, soltándo roncos gruñidos a modo de jadeos.

En un momento dado sacó sus mano de debajo del vestido, agarró a Maka por la muñeca y la condujo a la parte posterior de la grúa; allí, con la misma destreza con la que había hecho descender el coche deslizó su mano bajo el vestido y de un fuerte tirón la arranco el chorreante tanga.

-Niño, las cintas! le dijo con su grave voz a Javi.
El cual se separó de Maka y rebuscó nerviosamente algo en la plataforma posterior del vehículo. Al instante se acercó de nuevo y juntando las muñecas de ella, las rodeó con unas cintas de transporte de un descolorido y sucio naranja.

Ella, excitadísima, no sabía muy bien que pasaba….la verdad es que tampoco le importaba…le gustaba y aquello era suficiente. Oyó el gemir del motor eléctrico de la grúa, alzó la mirada y vio descender, amenazador, el gancho…. se detuvo.

Julián le alzó los brazos y con un rápido y preciso movimiento enganchó las cintas que aprisionaban sus muñecas al gancho. Un leve movimiento ascensional de este hizo que ella quedara con los brazos levantados y el cuerpo totalmente estirado.

Aquella montaña de músculos no definidos se acercó a ella y asiendo con fuerza descomunal la parte delantera del vestido tiró de el como si en ello le fuera la vida.
El vestido, frágil y vaporoso se deshizo en jirones dejando al descubierto los pechos y el sexo de Maka, que lejos de demostrar temor, miraba provocadoramente a Julián. El cual, satisfecho ante aquel desnudo forzado gruñó de excitación clavando sus ojos en los pezones de aquella mujer.

Entonces, sin mediar palabras, sin miradas, sin tratos ni negociaciones… como dos buenos amigos, se repartieron el cuerpo deseado de su presa de lujuria. Como renacidos Rómulo y Remo, lamieron, mordisquearon y mamaron de aquellos generosos pechos que ella, sin querer…queriendo, les ofrecía.

Maka, inmersa en un jing-jang de placer sentía como cada uno disfrutaba de su cuerpo de manera distinta; con fuerza y fiereza Julián lamía su pecho, mordía su pezón duro, agarraba y pellizcaba su nalga…..por el contrario las manos de Javi estudiaban, con más éxito que con los libros, su pezón delicadamente y con delicadas caricias recorría su trasero jadeando quedamente.

Entre oleadas de placer desbocado ella sintió que aquel índice, ya conocido, penetraba de nuevo con fuerza en su vagina a la vez que Julián pegaba su cuerpo contra el de ella haciéndole sentir en su muslo la presión del endurecido miembro.

¿Cuánto tiempo estuvieron disfrutando de aquel equitativo reparto de su jadeante cuerpo?.....Maka no sabría decirlo…pero le gustaba, la excitaba sobremanera.

Finalmente Julián la hizo girarse; quedando ella de frente a la plataforma del vehículo.
El motor retumbó de nuevo y el brazo de la grúa se retrajo lentamente hacia el fondo de la plataforma por lo que hizo que Maka se viera forzada a ir inclinándose hacia delante hasta que sus muslos toparon con el borde de la plataforma, con lo que ella quedó con sus muslos pegados a aquel borde frío y grasiento y con el tronco del cuerpo inclinado hacia el interior de esa plataforma gris.

Aquello no hizo si no aumentar su excitación ….adivinando qué sería lo que acontecería a continuación.

Como supuso Maka, tras escuchar la carrera precipitada de una cremallera notó las ásperas manos de Julián que tras propinarle un sonoro azote en las nalgas la agarraban con inusitada fuerza por las caderas. Seguidamente notó cómo su vulva recibía la acometida de un ardiente glande, que ayudado por la gran cantidad de fluido que bañaba el sexo de ella , encontró sin dificultad la entrada de su vagina, penetrándola con fuerza brutal.

Maka sintió el grueso y erecto pene de Julián entrando en ella, llenándola, y exhaló un gemido de placer.

El la penetraba fieramente, sin descanso, con sus manos aferradas a las caderas de ella; gruñendo inhumanamente.


Los húmedos sonidos de las rítmicas penetraciones servían de coros a sus compartidos jadeos... (Continuará...)