Con Cien Deseos por Banda.- 1* capítulo





Era temprano, muy temprano,

el sol queriendo renacer un dia mas,
comenzaba a incendiar el mar alli lejos,
en el horizonte.

Maka de pie frente al ventanal de la terraza contemplaba el amanecer de otro dia. Como cada madrugada disfrutaba observando aquel parto natural que daba paso al inicio de un nuevo dia.

Abrio el ventanal y salio a la terraza.Un viento fresco, demasiado tal vez, la recibio; su contacto frio hizo que su piel se estremeciera.

Miro hacia la playa donde las gaviotas recomponian su plumaje y esperaban pacientes ,como cada mañana, la llegada de aquel monstruo de acero que removia la arena y les proporcionaria, con suerte, un frugal desayuno antes de emprender su vuelo entre las olas espumosas. Aquellas olas que batian la playa como si quisieran escapar delmar..o tal vez quisieran atrapar la tierra?

Agarró con las dos manos la taza de café humeante como si quisiera extraer de el todo su calor, el viento, travieso como solo el sabe serlo, jugaba con su melena ondulada y susurruba en sus oidos sonidos de sensual provocacion. Miro a Coto su fiel compañero canino, aquel que mejor la entendia y mimaba…”Si, tranquilo ahora salimos, le dijo con dulzura”.

Miraba la oscuridad del mar esperando que aquellos primeros rayos de sol enciendieran esa miriada de brillos que solo el mar sabe y puede dar. Sin embargo aquel estallido de luces no llego. Maka alzo la vista y vio como negras nubes se cernian velozmente sobre el horizonte. Con esa velocidad que tienen las cosas que no queremos que sucedan, rapidas, frias, implacables. El sol perdia la carrera por el protagonismo de aquel amanecer y el cielo quedo cubierto por aquellos algodones sucios.

Finas y espaciadas gotas comenzaron a caer de aquella masa gris azulada. Maka con los ojos fijos en aquel telon impenetrable, se debatia entre la admiracion de aquel espectaculo o el enfado ante el asesinato sin sangre, que aquellas nubes habian perpetrado en contra de un sol con deseos de nacer.

Bebio un largo trago de aquel café fuerte y sintio su calidez deslizandose por su garganta, abriendose paso por su cuerpo. La lluvia arrecio y, avariciosa por llegar a todas partes, rodeo a Maka acariciando su cuerpo con un manto humedo. Ese suave golpeteo de la lluvia sobre su piel, la excito. Alzo su cabeza y cerro los ojos dejando que cada gota se conviertera en un beso humedo, excitandose con la incertidumbre de no saber donde sentiria la llegada de la siguiente gota discola.
Maka dejo que la lluvia la acariciara, dejo que el agua empapara su fino camison que se pego a su cuerpo como si quisiera formar parte de su piel, dejo que el agua se deslizara por su piel lamiendo la redondez de sus pechos y, aliada con el viento, endureciera sus pezones….si, le gustaban aquellas sensaciones; de manera instintiva su respiracion se acelero y sintio que desde sus sensibles pezones una ola de calor prendia su humedecido cuerpo... (continuará...)

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